El sobreentrenamiento es uno de los mayores problemas del deportista, impide la progresión física y la consecución de los objetivos.

Causas del sobreentrenamiento

La principal causa de sobreentrenamiento es el error en la planificación del entrenamiento. La organización del plan a nivel de microciclos o mesociclos no está equilibrada y el problema debe resolverse lo más rápidamente posible.

Es necesario controlar los ejercicios, el orden de los mismos, las cargas de entrenamiento, el número de las series y las repeticiones, la velocidad de ejecución y por último los descansos entre series y entre sesiones de entrenamiento.

El entrenamiento es demasiado exigente, muy a menudo se abusa de las cargas de alta intensidad o la progresión en el incremento de cargas es demasiado rápido.

Las fases de recuperación son insuficientes, deben ampliarse o emplear métodos más eficaces de recuperación.
Demasiadas competiciones consecutivas sin tiempo para una recuperación adecuad, normalmente agudizadas por los continuos viajes, cambios de alimentación, localización, clima, entorno, etc…).

Por último, pude deberse a unos hábitos de vida poco saludables: alcohol, dogas, vida desordenada, falta de sueño, etc…

Síntomas del sobreentrenamiento

Una señal de sobreentrenamiento es el aumento del metabolismo y la frecuencia cardiaca basal. Si las pulsaciones a primera hora de la mañana superan en un 10% las habituales hay que empezar a sospechar que se está haciendo un sobresfuerzo, si bien es cierto que en casos de sobreentrenamiento agudo la frecuencia y la tensión arterial pueden bajar considerablemente.

Falta de apetito, alteraciones de la digestión, náuseas y como consecuencia disminución del peso. Este cuadro es susceptible de agravarse derivando en hipoglucemia, problemas anémicos y digestivos.
El sobreentrenamiento puede producir taquicardias y alteraciones del pulso cardíaco, una mayor sudoración, sudoración nocturna e insomnio.

El sobreentrenamiento puede reducir los niveles de testosterona e incrementar los niveles de cortisol, lo que puede conducir a una importante pérdida de músculo.

Es probable que el balance de N2 sea negativo y a la larga disminuyan los niveles de cortisol y la testosterona.
El debilitamiento muscular puede manifestarse contracciones musculares lentas y débiles, con exceso de ácido láctico, muchas agujetas y también daños en los tendones y tejido conectivo.

El sobreentrenamiento reduce los niveles de anticuerpos y linfocitos, haciendo al organismo más vulnerable, el sistema inmunológico se debilita y disminuyen las defensas del organismo, aumentando el riesgo de contraer enfermedades, sobre todo infecciones cutáneas y de los tejidos.

A nivel emocional este cuadro se traduce en inestabilidad emocional, estrés, irritabilidad y falta de concentración que puede derivar en insomnio por incremento de actividad del sistema nervioso simpático, derivando en falta de confianza, pérdida de voluntad y espíritu de lucha y una mayor predisposición a las lesiones.

Tratamiento del sobreentrenamiento

No saltarse comidas ni pasar nunca hambre, realizando una buena comida con posterioridad al entrenamiento.

No es conveniente dejar que los niveles de glucógeno se mantengan bajos constantemente. Bajar la ingesta de carbohidratos favorece la posibilidad de sobreentrenamiento.

El descanso es esencial para realizar una buena supercompensación. Hay que dormir un mínimo de 7 horas después de un entrenamiento intenso.