Las fibras alimentarias son sustancias de origen vegetal, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos y cereales integrales.

Las fibras favorecen un correcto desarrollo de las funciones digestivas porque se resisten a la digestión y no pueden ser degradadas por las enzimas mejorando así el tránsito intestinal, ponen límite a la absorción de grasa, reducen la absorción de hidratos de carbono (disminuyendo su índice glucémico) y producen sensación de saciedad.

La ingesta de fibra está relacionada con la baja incidencia de obesidad, ya que limita la absorción de sustancias nocivas y grasas, evitando patologías cardiovasculares, diabetes y otras enfermedades.

En España, el consumo medio de fibra es de 16 gramos al día, la mitad de lo recomendado por Fundación Española del Aparato Digestivo, que aconseja entre 25- 30 gramos de fibra alimentaria diarios.

Fibra y estreñimiento

Para que nuestro organismo esté bien regulado es recomendable tomar entre 25 y 35 gramos de fibrapara optimizar la digestión.

Entre el 15% y el 20% de la población padece estreñimiento, un problema que se convierte muchas veces en crónico, sobre todo en mujeres y ancianos, que son los más afectados.

Contra el estreñimiento la fibra alimentaria, una dieta mediterránea, el agua abundante y practicar ejercicio físico son nuestros mejores aliados y es recomendable dejar el tabaco.

Las fibras se dividen en solubles e insolubles

  • Fibras solubles
    Retienen el agua formando un gel en el estómago que favorece la flora intestinal. Suelen ser Gomas (avena, centeno, legumbres) y Pectina (manzana, cítricos, fresas, zanahorias).
  • Fibras insolubles
    Tiene una función de arrastre, ayudando en el estreñimiento como en diarreas. Son la Celulosa (harina, salvado, verduras); Hemicelulosa (en el salvado de trigo, granos enteros); Lignina (trigo entero y frutas con semillas).